¿Por qué debería involucrarme con la naturaleza en Perú?

Naturaleza única y rica en especies

La selva tropical de la región de Madre de Dios es un ecosistema único. Sus bosques primigenios albergan la mayor biodiversidad del mundo. En ningún otro lugar de la Tierra se ha desarrollado tal diversidad de formas de vida. Misteriosos jaguares y monos juguetones se sienten aquí tan a gusto como torpes tapires y gigantes selváticos cubiertos de lianas. Aquí hay diez veces más reptiles y anfibios que en Alemania, se puede observar cerca del 10% de todas las especies de aves del mundo y en una hectárea de bosque se pueden encontrar más especies de árboles que en toda Europa, por citar sólo algunos ejemplos.

Preservación del clima

La selva tropical desempeña un papel importante en el efecto invernadero, el calentamiento de la atmósfera, de dos maneras.

En su día, grandes cantidades de CO2 se aglutinaron en la biomasa de la selva tropical. Si se tala el bosque, se liberan enormes cantidades de CO2 a la atmósfera, donde también contribuyen al cambio climático. Esto ocurre, por ejemplo, con la agricultura de roza y quema, que desgraciadamente aún se practica, por ejemplo, en las explotaciones ganaderas, y que libera cantidades muy importantes de CO2. Se calcula que alrededor del 10-15% de las emisiones anuales de CO2 pueden atribuirse a la agricultura de roza y quema.

Por otro lado, los bosques tropicales también tienen una importancia destacada para el clima porque equilibran las diferencias de temperatura y regulan la distribución global de las precipitaciones.

Los gases de efecto invernadero se distribuyen uniformemente en la atmósfera. Por tanto, según el principio de neutralidad climática, es irrelevante dónde se causan o se ahorran las emisiones. Lo decisivo es que se reduzca globalmente la concentración de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Proteger la selva peruana es, por tanto, una contribución tangible a la protección del clima. Más información

Los espacios naturales tienen un impacto global positivo

La protección de los espacios naturales tiene muchos efectos positivos: Precipitaciones estables, aire limpio, agua cristalina, biodiversidad, preservación del clima, rincones tranquilos para el retiro y el recreo, paisajes fantásticos, espacio para la aventura y el desafío, reflexión sobre nuestras raíces. El lugar donde protejamos estos lugares no influye en lo mucho que podamos beneficiarnos de estos efectos positivos a nivel mundial.

Todavía hay naturaleza en Perú

La naturaleza virgen es el único lugar donde los procesos naturales pueden desarrollarse sin alteraciones. Sólo aquí pueden encontrar un hábitat adecuado innumerables especies. Los espacios naturales son, por tanto, un refugio donde las especies pueden sobrevivir a largo plazo. Cuando se crean reservas naturales, la biodiversidad puede volver a extenderse desde allí. También en Alemania hubo antaño bosques primigenios con árboles viejos por todo el país. El hecho de que hoy en día no quede nada de él demuestra que no se puede dar por sentada la existencia de espacios naturales. Es nuestra responsabilidad proteger los espacios naturales que quedan, estén donde estén.

Dar las gracias a la naturaleza

El equilibrio natural sólo se mantiene si ya no sólo tomamos, sino que también damos. Por tanto, ha llegado el momento de devolver por fin algo a la naturaleza. Démosle las gracias por todo lo que nos proporciona y protejámosla.

Seguridad jurídica y protección permanente

Las tierras son adquiridas por Wilderness International y nuestras fundaciones hermanas Wilderness International Perú y Wilderness International (Canadá) mediante el registro de tierras. Nuestros estatutos estipulan con el propósito fundacional que el terreno se dejará intacto y sólo se visitará con fines de investigación y documentación. La construcción de la fundación impide que los derechos sobre la enajenación de bienes recaigan en una sola persona. Más bien, la fundación y, por tanto, sus terrenos pertenecen siempre a todas las personas que participaron en la fundación en su momento. Así se garantiza la protección a largo plazo de las zonas adquiridas. Siempre pagamos un anticipo cuando compramos un terreno. Su donación refinancia la compra. De este modo, nos aseguramos de que el trozo exacto de bosque que ha elegido está realmente protegido para su donación. En Perú, Chris Kirkby, miembro del Consejo, trabaja sobre el terreno con nuestra organización asociada Fauna Forever. Además, la población local vigila la protección de las zonas como parte de nuestro programa de guardas forestales y se gana la vida de esta forma.

Amenaza aguda

La comunidad científica describe el impacto de la destrucción de la selva tropical como el mayor desastre natural desde la última glaciación. Según la FAO, entre 2015 y 2020 se perdieron anualmente unos 10 millones de hectáreas de selva tropical, siendo la región amazónica la que más daños anuales sufrió (FAO y PNUMA 2020). Amazon Conservation (ACCA) estima en más de 2 millones de hectáreas la pérdida de bosque primario en 2020 en los nueve países implicados, una superficie del tamaño de Israel. Perú ostenta un triste tercer puesto (Finer/Mamani 2020). La extinción de una sola especie vegetal suele ir asociada a la de otras 10 a 30 especies animales y vegetales, ya que la mayoría de los organismos de la selva tropical son interdependientes (Spitzer et al. 2004). Así, millones de especies han desaparecido junto con el bosque en las últimas décadas.

Estas últimas zonas están expuestas a diversas amenazas, como las minas de oro y la deforestación y la agricultura de roza y quema o el pastoreo de ganado.

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