¿Por qué proteger los espacios naturales?

La naturaleza virgen es el único lugar donde los procesos naturales pueden desarrollarse sin alteraciones. Sólo aquí pueden encontrar un hábitat adecuado innumerables especies. Los espacios naturales son, por tanto, un refugio donde las especies pueden sobrevivir. Cuando se renaturalizan las zonas, la biodiversidad puede volver a extenderse desde allí. Los espacios naturales, independientemente de su ubicación, tienen muchos efectos positivos en todo el planeta: aire limpio, agua cristalina, biodiversidad y preservación del clima. Ofrecen lugares tranquilos para el retiro y el recreo, paisajes fantásticos, así como espacios para la aventura y el desafío, o incluso para la reflexión sobre nuestras raíces. Las zonas naturales poco influenciadas por el hombre son cada vez más raras y, por tanto, tesoros para nosotros y las generaciones futuras. Una vez que la naturaleza ha sido alterada por la industrialización, la minería o la agricultura, sólo puede repararse con gran esfuerzo y a un elevado coste. Por eso creemos que la protección de los ecosistemas (aún) intactos aporta los mayores beneficios para la protección del medio ambiente. También en Alemania hubo antaño bosques primigenios con árboles viejos por todo el país. El hecho de que hoy en día no quede nada de él demuestra que no se puede dar por sentada la existencia de espacios naturales. Es nuestra responsabilidad proteger los espacios naturales que quedan, estén donde estén. El equilibrio natural sólo puede mantenerse si ya no sólo tomamos, sino que también damos. Por lo tanto, es hora de devolver por fin también a la naturaleza. Démosle las gracias por todo lo que nos proporciona y protejámosla.